El judoca burgalés Jorge Ruiz es uno de esos deportistas destinados a ocupar pocos espacios en los medios de comunicación. No ha obtenido importantes medallas, ni éxitos internacionales, y de hecho su etapa competitiva ha sido prácticamente inexistente.
Sin embargo es el único judoca burgalés que ha provocado el viaje a Burgos del presidente de la Federación Castellano Leonesa de Judo, Vicente Zarza, para, después de comprobar sus conocimientos, imponerle personalmente el Cinturón Negro Primer DAN.
Vicente Zarza, además de presidente del judo de Castilla y León, es el único castellanoleonés que posee el Noveno Dan (cinturón rojo) y uno de los muy pocos judocas españoles en poseer tan importante categoría. Sin duda, toda una autoridad en la materia.
Jorge Ruiz padece una discapacidad intelectual y tiene una deficiencia visual importante, pero sin embargo es un joven muy activo, integrado en proyectos de ASPANIAS y lleva años preparándose para ser Cinturón Negro.
Empezó aprendiendo el programa técnico, luego fue mejorando la ejecución de sus movimientos y finalmente adquirió los extensos conocimientos necesarios para alcanzar su objetivo.
Inoportuna enfermedad
De esta forma todo estaba preparado para que el judoka burgalés pudiera afrontar este año el complicado reto que supone para cualquier judoca examinarse de Cinturón Negro, pero una inoportuna enfermedad de última hora le privó de acudir a la convocatoria de exámenes del pasado mes de mayo en Salamanca.
Por eso la Federación de Castilla y León y su presidente, Vicente Zarza, valorando las circunstancias especiales que concurrían en esta ocasión, decidieron venir a Burgos, a las instalaciones del Club Grandmontagne en las que Jorge Ruiz practica judo desde hace 15 años, para examinarle en su lugar habitual de entrenamiento.
Jorge Ruiz aprobó el examen y Vicente Zarza cerró el acto imponiéndole el ansiado Cinturón Negro Primer DAN ante la presencia de muchos de sus compañeros en el Club Grandmontagne.
De esta forma, la Federación de Castilla y León, de mano de su presidente, pudo dar en esta ocasión sentido a una de las máximas colaborativas del judo: ‘Amistad y mutua prosperidad’.
