No hay dos sin tres. Cuarta etapa de la Vuelta a España, tercera en línea, y tercera fuga de un corredor del Burgos BH, en este caso Jorge Cubero, encargado de tomar el relevo de sus compañeros Ángel Madrazo y Diego Rubio, los aventureros de los dos días precedentes.
Un total de 175 kilómetros separaban las localidades de Cullera y El Puig en una jornada condenada al sprint, pero nada más darse la salida, Jorge Cubero (Burgos BH) y Jelle Wallays (Lotto-Soudal) rompieron la tranquilidad del pelotón para protagonizar una escapada que extendieron durante más de 150 kilometros, llegando a alcanzar una máxima renta de siete minutos.
Sin embargo, en el descenso del Alto de Orenet, por el que Ángel Madrazo cruzó en tercer lugar adelantándose al pelotón para sumar 1 punto más en la general del Premio de la Montaña, Jorge Cubero sufrió un problema mecánico en su bicicleta que le llevó a perder contacto con Wallays, y solo unos pocos kilómetros después ambos serían neutralizados por el gran grupo.
Ya en la línea de meta de El Puig el vencedor en llegada masiva fue el holandés Peter Jacobsen, en tanto que la general individual no sufrió variaciones en sus primeros puestos, siguiendo comandada por el irlandés Nicolas Roche.
Jorge Cubero: «Contento con las sensaciones»
Ante los medios de comunicación que le abordaron en línea de meta, Jorge Cubero explicó que «a priori era una etapa sencilla para coger la fuga. Hemos estado desde el primer momento colaborando los dos ciclistas, primero rápido para hacer diferencias, pero al llegar a los seis-siete minutos hemos levantado el pie para guardar. Como a pie de puerto se ha puesto a llover, hemos apretado esperando tener alguna oportunidad, pero tras el descenso han apretado y no hemos tenido opción de disputar la etapa. Aun así estoy contento con las sensaciones y espero recuperar bien para mañana afrontar la etapa al cien por cien».
Además, el corredor del Burgos BH consiguió el Premio a la Combatividad por su entrega en la escapada.
Mañana miércoles llegará el primer final en alto de la carrera en una exigente quinta etapa con el Alto de Javalambre como juez y otras dos subidas intermedias para endurecer la jornada.
