El UBU San Pablo Burgos cosechó la victoria (32-26) ante el Balonmano Arroyo, sexta en otros tantos partidos, para mantenerse invicto con 12 puntos y líder del Grupo B de la Primera División una semana más.
El choque, no obstante, tuvo tramos en los que los locales se desconectaron o pecaron de precipitación, lo que dio alas a los rivales, que llegaron a tener una breve renta de tres goles en la primera parte que fue sofocada a tiempo por los hombres de Nacho González, que acabaron imponiendo su ley.
El duelo comenzó marcado por las férreas defensas de ambos conjuntos lo que retrasó la llegada del primer gol hasta el minuto 3 a manos de Roger Grossi. La defensa adelantada del cuadro pucelano dificultaba las líneas de pase en el cuadro local, si bien cuando el UBU San Pablo lograba imponer su ritmo atravesaba sin problemas el muro arroyano.
La exclusión en el minuto 7 de Luis Cano en el conjunto vallisoletano abrió la primera pequeña brecha en el marcador (4-2), pero la mayor embergadura de algunos efectivos del bloque visitante hizo trabajar a la defensa rojinegra, que vio cómo en el minuto 14 su rival volvía a igualar el choque (6-6).
No obstante, Cano volvía a dejar a su equipo en inferioridad para que los pupilos de Nacho González aprovecharan la circunstancia y volvieran a comandar el marcador momentáneamente.
Entró entonces el conjunto burgalés en unos malos minutos que aprovecharon sus contrincantes para darle la vuelta al partido y poner en dificultades a los rojinegros. La precipitación en ataque y la menor solidez defensiva durante algunos minutos provocaron un arreón del Arroyo que intentó frenar el técnico local con un tiempo muerto en el minuto 18 (8-11).
A esto le siguió la exclusión de Ernesto en el minuto 24, pero una buena gestión de la inferioridad impidió no solo que el equipo vallisoletano no rompiera el marcador, si no que los dos minutos con un hombre menos se saldaron con un parcial de 2-0 a favor del UBU San Pablo. Además, esta circunstancia dio alas a los burgaleses, que se rearmaron para llegar al descanso 13-12 abajo.
Tras el paso por los vestuarios, los burgaleses salieron armados de ímpetu, lo que les llevó a aumentar su ventaja hasta el 15-12 nada más salir a pista. Pero tras unos instantes un poco locos, el BM Arroyo volvió a ralentizar el choque para intentar bloquear los ataques rápidos del cuadro local e intentar salir al contraataque, pero cuando lo lograba, Ibrahim ponía el cierre a la portería para no dejar que el partido volviera a manos visitantes.
Así, con el duelo en una fase más tranquila, el UBU San Pablo empezó a llevar el duelo a su terreno, aprovechando también su mayor capacidad de rotación y su mejor preparación física, lo que evidenciaba que su oponente comenzaba a tener problemas para mantener el ritmo en el 42 de juego (20-17).
Una brecha de cuatro tantos, 22-18, obligó al entrenador visitante a solicitar un tiempo muerto en el minuto 44 con el que buscar el modo de contrarrestar los ataques rápidos de los locales, basados en recuperaciones en defensa y pases largos del portero a los extremos.
Pero el último tramo del encuentro solo tuvo un color, el del San Pablo Burgos, que fue un ciclón en el desenlace final del Partido.
DECLARACIONES DE NACHO GONZÁLEZ
El técnico burgalés valoró la victoria y también los puntos a mejorar: «Ha sido un partido en el que nos ha costado coger el hilo, por la diferencia de ritmo entre unos y otros. Arroyo iba a ataques muy largos para intentar levantar siempre la mano del pasivo y nosotros siempre buscamos un ritmo de juego muy alto», detalló González.
«Ha habido un momento en el que se ha impuesto este ritmo de juego más lento y otro en el que se ha jugado más rápido. Intentamos ser un equipo que corre bien al contraataque, que domina el encuentro, pero los minutos estos no los dominamos, así que tenemos que intentar que cada vez sean más momentos los que mandemos porque nos vamos a encontrar con muchos equipos lentos, grandes y experimentados», subrayó.
En este sentido, también remarcó que queda camino por recorrer en cuanto a trabajo: «No nos puede entrar la ansiedad y tenemos que ser capaces de estar metidos mucho tiempo defensivamente para después correr». «La lectura positiva es que hemos sabido superar la trampa de este ritmo. Dos puntos más viendo las cosas que tenemos que superar. Tenemos que seguir trabajando y este es el camino», concluyó.
BALONMANO BURGOS:32
Aleix Toro, Pablo Gastón (7), Alberto González (2), Julián Rasero, Alejandro Rodríguez (3), Juan Tamayo (4), Pablo García (1)–siete inicial- Ibrahim, Javier Espinosa (1), Raúl Blanco (2), Iker Antonio (1), Ernesto López (5), Javier Rodríguez (1), Álvaro Torres (3) y Sergi Germán (2).
BALONMANO ARROYO:26
Alfonso Mayo, Fernando Velasco, Óscar Escudero (2), Simón García (8), Sergi Grossi (4), Roger Grossi (6), Luis Cano (3) –siete inicial- Carlos de Diego, Eduardo Niño, Rubén Real, Juan Carlos Cabada, Jose Javier Fernández (2), Rubén Vicente, Javier Gutiérrez, Diego Martín, Roger Daniel, J. Manuel Tamayo, Daniel Domingo (1).
PARCIALES:1-1, 5-3, 6-6, 8-8, 9-11, 13-12, 15-13, 18-15, 22-18, 23-20, 28-22 y 32-26.