La lluvia y el frío fueron protagonistas en la sexta etapa de la Vuelta a España, entre Biescas y la estación de Formigal, una dura jornada para los corredores con un encadenado continuo de puertos de montaña mezclado con las precipitaciones meteorológicas, constantes mientras la temperatura se acercaba a los 2 grados en varios puntos.
Esta climatología acompañó a un grupo de más de 20 unidades que se introdujo en la escapada buena del día y que, una etapa más contó con la presencia de un hombre del Burgos BH, Óscar Cabedo, que permaneció en la cabeza de la carrera con el resto de aventureros llegando a tener casi 4 minutos de ventaja.
Sin embargo, el ciclista castellonense acabaría cediendo en los últimos kilómetros de la jornada para cerrar así un día exigente que a él y sus compañeros de equipo les sirvió de anticipo a las jornadas de montaña que les esperan aún a lo largo de la carrera. El cambio de fechas de La Vuelta a España trae consigo unas condiciones muy distintas a las que acostumbran aquellos que compiten en ronda española, completada en su primera semana por el Burgos-BH con una presencia hasta en cinco fugas y la consecución de tres premios de la Combatividad.
Este lunes 26 de octubre los ciclistas disfrutarán de una jornada de descanso para reponer fuerzas y pensar en una segunda semana que incluye jornadas como la subida al Angliru y deparará el jueves una etapa con salida en la base militar de Castrillo del Val.
