La tiradora del Club de Esgrima Cid Campeador Begoña Garrido participó durante la pasada semana en el Campeonato del Mundo de Esgrima Adaptada disputado en la región de Umbría (Italia), y lo hizo además siendo una de las pocas participantes que se atrevió con las tres armas (espada, sable y florete). De esta forma demostró ser polivalente, además de darla más opciones, y en todas las disciplinas disputó los cuadros de eliminaciones directas, siendo en el sable donde lograría su mejor resultado, la 27.ª plaza.
Begoña Garrido lleva solamente seis años practicando la esgrima, los dos últimos bajo la dirección del Maestro de Armas burgalés Roberto Codón, y con él entrena duramente dos días por semana tras desplazarse a Burgos desde Valladolid. Eso sí, se ejercita durante más de seis horas diarias y cuando no acude a Burgos también realiza clases virtuales junto a sus compañeros de otras ciudades.
Su actuación en el Mundial fue notable, ya que está muy cerca de dar el salto hacia cuadros superiores al de los 32 mejores, donde ahora se frena. El seleccionador nacional de esgrima en silla de ruedas la felicitó por la esgrima que está realizando, ya que su calidad técnica va en aumento y a su favor tiene su moral, empuje y garra, con las que suple el hecho de ser una de las tiradoras más veteranas.
En el Mundial alcanzó el tablón de 32 en sable y el cuadro de 64 en espada y florete. Y lo mejor es que ella es consciente de que puede superarse y que sin duda va a seguir en la línea ascendente que está trazando. En sable la eliminó la georgiana Gvantsa Zadishvili, que al final lograría la medalla de bronce, y concluyó en el 27.º puesto.
En espada fue la coreana Hye Baek quien la impidió alcanzar el cuadro de 32, y en florete se toparía en el mismo tablón con la turca Senay Guner, dos tiradoras que caerían luego eliminadas en su siguiente asalto. Su puesto final en ambos caso sería el 33.º.
