El UBU San Pablo Club Balonmano Burgos volverá a contar la próxima temporada dentro del cuerpo técnico de sus categorías inferiores con la presencia de Marcos Martínez Rodríguez. El técnico leonés ya se encargó de entrenar al primer equipo del club burgalés, entonces en Segunda División, y ahora vuelve a la misma categoría pero en esta ocasión para hacerse cargo del filial rojinegro.
Marcos Martínez es una apuesta segura del conjunto burgalés. Entrenador muy conocido y de la casa, acumula una trayectoria y un palmarés envidiables, que le convierten en un referente dentro del balonmano de Castilla y León. Su bagaje comienza en la temporada 2012/2013 como segundo entrenador del CLEBA León en la máxima categoría femenina, año en el que gana el Campeonato de España.
La campaña siguiente se haría con los mandos del ULE Ademar, de Primera Nacional, y también se proclama Campeón de España. El curso posterior dirige al Juvenil A del Ademar de León, con el que gana el campeonato de Castilla y León y el bronce en el de España.
Tras pasar por las categorías inferiores del BM Soria, en la temporada 2016/2017 llega a Burgos para ponerse a los mandos del primer equipo del Club Balonmano Burgos, entonces en Segunda División (territorial), con el que concluye segundo en la liga y con el que disputa la fase de ascenso a Primera.
Además, Marcos Martínez ha formado parte desde 2012 de la estructura de las selecciones autonómicas de Castilla y León quedando subcampeón de España cadete masculino, en 2018 en Galicia, y campeón de España cadete masculino en Valladolid en 2019.
Con su incorporación, el Club Balonmano Burgos busca dar un paso adelante con su equipo de Segunda División, en un espectro más amplio, con toda la estructura de la Academia, fortaleciendo los puestos estratégicos dentro del cuadro técnico del club. Marcos Martínez seguirá, además, involucrado en el fomento y desarrollo del balonmano Escolar, como ya venía haciendo los últimos años desde los núcleos principales de balonmano de la ciudad, caso del Colegio La Salle o el Colegio de la Sagrada Familia.
Un segundo equipo competitivo
Esta nueva etapa se trata de un proyecto «ilusionante», como el mismo Marcos Martínez explica, en el que la Academia, incluido el segundo equipo, y el bloque de División de Honor Plata van a trabajar de forma conjunta en pos del crecimiento del club. «Con Nacho González -técnico del equipo de la División de Honor Plata- he coincidido cuando ambos teníamos 16-17 años tanto como jugadores como siendo entrenadores, entonces sé un poco por dónde van los tiros en lo que se refiere a su estilo de juego y de trabajo», relata Martínez.
Ambos técnicos estarán en contacto directo para que entre el primer y segundo equipo haya una conexión muy estrecha. «Nacho evidentemente tiene su filosofía de Valladolid y yo tengo la mía de Ademar. Son diferentes, pero en mi opinión se complementan», apunta Marcos Martínez.
Así, el preparador leonés de 33 años anticipa las líneas maestras de su proyecto. «La idea que queremos transformar en Burgos es que el segundo equipo sea un brazo articulado del primero, en cuanto a líneas de trabajo, a modelo de juego, etc. Queremos que el segundo equipo tenga las aspiraciones reales de un filial: estar lo más alto posible y que sus jugadores en un futuro puedan echar una mano en el primer equipo y se vean reflejados en la estructura de cantera», detalla.
Se trata, en definitiva, concluye Marcos Martínez, de «intentar que toda la base lleve esa misma dirección y que en un corto o medio plazo (2-3 años) la cantera del Club Balonmano Burgos sea referente de Castilla y León y, por qué no, de España».
