El colombiano Iván Ramiro Sosa (Ineos) ha conseguido reeditar su victoria en la Vuelta a Burgos, prueba que se había adjudicado ya en su pasada edición de 2018, tras imponerse este sábado en la quinta y última etapa, disputada entre Santo Domingo de Silos y las Lagunas de Neila y con un recorrido de 146 kilómetros.
Sosa demostró en la ascensión final de la jornada que no ha tenido rivales en esta XLI ronda burgalesa, y solo tuvo que esperar a los últimos metros de la etapa para lanzar un ataque demoledor imposible de ser seguido por hombres como Richard Carapaz y Antonio Pedrero (Movistar) o el mismísimo Rui Costa (Team Emirates), que había saltado a 1.5 km para el final y se veía ya ganador en las Lagunas de Neila.
Comenzó la etapa en Santo Domingo de Silos con una gran tranquilidad, ya que en los primeros kilómetros solo hubo unos intentos tímidos de algunos corredores por intentar la escapada, intentos que se quedaron en nada, y hubo que esperar a que el pelotón pasara por Salas de los Infantes (km 15) para que empezara a adueñarse del mismo una cierta inquietud.
Calma tensa que efectivamente no tardó en explotar una vez que el gran grupo transitó entre Hoyuelos de la Sierra y Vizcaínos (kms 26 y 34 respectivamente), punto en el que hasta 17 unidades probaron suerte para empezar a marcar diferencias camino de las Lagunas de Neila.
Entre esos 17 valientes, un día más el corredor cántabro del Burgos BH Ángel Madrazo, y junto a él otro de los intrépidos de la presente edición de la ronda burgalesa, el suizo Simon Pellaud (Excelsior). Para ambos era su tercera escapada consecutiva.
Con buen entendimiento entre todos ellos, repartiéndose bien los relevos, los fugados no tardaron en alcanzar importantes rentas respecto al pelotón, siendo ésta de 2’35’’ al paso por Pinilla de los Moros (km 40), para aumentar hasta los 4’05 cuando los escapados cruzaron la localidad burgalesa de Pinilla de los Barruecos (a 84 km para la meta).
El argumento de la quinta y última etapa de la Vuelta a Burgos ya estaba montado y solo restaba esperar con paciencia para ver cuál sería el desenlace de la película: ¿Llegaría la fuga hasta las rampas de ascenso a las Lagunas de Neila, o por el contrario serían todos sus corredores neutralizados y el triunfo quedaría reservado para los grandes favoritos de esta XLI edición de la ronda burgalesa?
Los 17 héroes de la jornada superaron el primer puerto puntuable del día, el Alto del Cerro (3.ª Categoría, a 56 km para la meta), conservando aún 3’22 de ventaja sobre el gran paquete, pero en el ascenso al segundo alto de la jornada, el del Collado de Vilviestre (3.ª Categoría, a 24 km para el final), lanzaron un duro ataque desde la fuga el suizo incansable, Simon Pellaud (Excelsior) y el australiano Rory Shuterland (Team Emirates), que se irían por delante sin que ninguno de los otros 15 componentes de la aventura pudiera impedirlo.
Así, mano a mano, Pellaud y Shuterland fueron abriendo hueco y cruzaron bajo la pancarta del puerto de montaña con una ventaja respecto al pelotón que ya solamente era de 2’12’’.
Por detrás, el Movistar Team tomaba la cabeza en el grupo, relevando al Ineos, para empezar a imponer un ritmo fuerte e ir haciéndole el final de la etapa a sus dos hombres fuertes en la General, Richard Carapaz y Antonio Pedrero.
Mientras, Pellaud y Shuterland enfilaban el tramo final de la etapa, pero para entonces ya estaba claro meridiano que sería imposible que pudieran tener un final feliz en las Lagunas de Neila.
Juntos pasaron por Quintanar de la Sierra, pero solo con 1’30 de ventaja sobre el grupo, descenso de la diferencia que llevó entonces a Simon Pellaud a soltar a su compañero de fuga en el inicio del ascenso que debería poner el punto final a la Vuelta a Burgos.
Le quedaban por delante 11.5 km, pero solamente tres después el corredor suizo era engullido por el pelotón, que, comandado por Movistar e Ineos, previamente había dado cuenta de los 15 rezagados de la fuga y, más tarde, del australiano Rory Shuterland (Team Emirates).
Quedaban para entonces en cabeza unas 25-30 unidades, y entre ellas todos los favoritos al triunfo en las Lagunas y también en la ronda burgalesa, pero con ellos, también y de forma increíble, el mismísimo Ángel Madrazo (Burgos BH), que aún tenía aliento para aguantar el ritmo de los más fuertes.
Solo a falta de 2.5 kilómetros para la meta se descolgaría el ciclista cántabro, y fue precisamente ahí cuando el ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar) lanzó el ataque que le sirviera para enjugar los 28’’ de desventaja que tenía en la General respecto al líder, Iván Ramiro Sosa.
Se le unían un poco después Óscar Rodríguez (Euskadi Murias) y Rui Costa, el portugués excampeón del mundo y líder del Team Emirates, y fue precisamente el corredor luso el que sin esperar demasiado soltó a Rodríguez y Carapaz y con un duro ataque se marchó en solitario en busca de la victoria final.
Sin embargo, a 500 metros para la meta el intratable líder de la presente edición de la ronda burgalesa, Iván Ramiro Sosa (Ineos), lanzaba un duro ataque que le permitía escaparse y neutralizar poco después a Rui Costa, solo a 300 metros para la meta, para hacerse con el triunfo de la etapa y redondear el mejor final posible con el que adornar su maillot morado de líder de la XLI Vuelta a Burgos.
PODIOS DE LA XLI VUELTA A BURGOS