- El Hereda San Pablo Burgos afrontará el encuentro «con un solo entrenamiento grupal en dos semanas y porque nos obligan a ello, pero los seis jugadores disponibles y los tres del filial que han sido convocados lo darán todo sobre la pista para intentar ganar», asegura Joan Peñarroya, técnico del club burgalés.
El Hereda San Pablo Burgos jugará este domingo su encuentro de la 9.ª Jornada de la Liga Endesa 2020-21 ante el Urbas Fuenlabrada (Coliseum, 17.00 horas), a pesar de tener registrados actualmente un total de siete positivos por COVID-19 en su plantilla, seis de jugadores y uno de un miembro del cuerpo técnico.
Así lo ha confirmado este sábado en rueda de prensa el técnico del conjunto burgalés Joan Peñarroya, apesadumbrado por que la ACB no ha accedido a la petición de aplazamiento del partido solicitada por la directiva del Club Baloncesto Miraflores. «Según se nos ha dicho la competición se rige por el reglamento FIBA y este señala que si hay seis jugadores del equipo en disposición de jugar, no puede aplazarse el encuentro. Este es el motivo que se nos argumenta para obligarnos a jugar», ha asegurado el entrenador catalán.
Cronológicamente hablando el primer positivo por COVID-19 registrado en el Hereda San Pablo Burgos fue el de Jordan Sakho, que no jugó el sábado 17 de octubre en Andorra. Dos días después, el lunes 19, un nuevo test PCR a la plantilla detectaba la aparición de 3 positivos más (todos ellos jugadores), por lo que se decide el aislamiento domiciliario de todos los componentes del equipo (jugadores y cuerpo técnico).
Tres días más tarde, el jueves 22, en otro nuevo test PCR, aparecen dos positivos más (un jugador y un miembro del cuerpo técnico), que elevaban ya el total a 5 jugadores y uno de los ayudantes de Joan Peñarroya, aplazándose -esta vez sí- el partido que el Hereda San Pablo Burgos debía haber jugado el pasado domingo 25 de octubre ante el UCAM Murcia.
Ese mismo domingo 25 los siete jugadores sanos realizaron una primera sesión de entrenamiento individual para ir recuperando la forma, y en la semana ya en curso, el lunes y el martes se ejercitaron igualmente de forma individual. Ya este pasado miércoles 28, esos siete jugadores llevaron a cabo una primera sesión grupal con normalidad, al tiempo que todo el equipo fue sometido a un nuevo test PCR; pero el jueves se detectó el positivo de un jugador más (el sexto de la plantilla del Hereda San Pablo) y el resto de jugadores en estado óptimo dejaron de entrenar.
Seis jugadores aptos, solamente seis, para el partido de este domingo ante el Urbas Fuenlabrada, que este sábado se han ejercitado a las órdenes de Joan Peñarroya y que afrontarán el choque con la ayuda de tres jugadores del Nissan Grupo de Santiago, su filial de la Liga EBA, caso de Alberto ‘Tote’ Alonso, Kareem Queeley y Oliver Bieshaar.
Sakho y otro jugador, con anticuerpos generados, están convocados
Además, Joan Peñarroya ha confirmado que dos de los seis jugadores afectados por coronavirus, el primero en dar positivo, Jordan Sakho, y otro más cuya identidad no ha revelado, «siguen considerándose como positivos pero ya han generado anticuerpos de defensa, por lo que podrán estar en el banquillo y ayudarnos en lo que puedan. Han entrenado solo de forma individual y están muy débiles, pero estarán con el equipo», ha asegurado el técnico del Hereda San Pablo.
Así las cosas, serán por tanto 8 jugadores de la primera plantilla (dos de ellos de forma testimonial) y tres del equipo filial los que se enfrentarán este domingo al Fuenlabrada, pero lo harán «habiendo hecho solamente una sesión de entrenamiento en grupo y sin haber podido preparar como se debe un partido oficial de competición», concluye indignado Joan Peñarroya.
